Visita a Doñana


Las previsiones de calor no estropearon la jornada. Comenzamos el paseo por la aldea de El Rocío divisando en las marismas a los flamencos y otras aves. Allí realizamos algunas actividades para aprender a desarrollar nuestros sentidos escuchando los sonidos de la naturaleza.


Después en la plaza del acebuche, David nos presentó a los abuelos de Doñana. Unos acebuches precolombinos, protegidos por ley al ser patrimonio natural, que se encuentran dentro de la propia aldea.


De vuelta al autobús llegamos a la zona del sendero. Un recorrido a la sombra guiado por los profes viendo pinos, helechos, alcornoques eucaliptos y sauces. Entre la fauna, fundamentalmente insectos. También aquí nos detuvimos a sentir la naturaleza y el frescor del río con los ojos tapados mientras cruzábamos uno de los varios puentes de madera.


Por último, la visita al Palacio del Acebrón nos permitió terminar de conocer las tareas a las que se han dedicado toda la vida aquellas personas que han vivido en este entorno, así como admirar la zona desde las vistas que ofrece su azotea.