Intercambio con Finlandia 2019/20


Jyväskyla, protegida por la naturaleza de la región de los mil lagos. Ese fue nuestro destino y allí llegamos una lluviosa pero no demasiado fría mañana de febrero en la que el cansancio y el nerviosismo pujaban por dominar el ánimo de nuestro grupo. Tras las presentaciones iniciales, en la que el choque cultural ya se hizo notar, nos dejamos maravillar por las instalaciones educativas en un país en el que la educación lo es todo.

Superado el primer día en familia y la primera noche fuera de casa, lo demás vino solo. El asombro, la curiosidad y la extrañeza dieron paso a las risas, la diversión y el disfrute que solo las primeras experiencias pueden otorgar. Clases, formación, aprendizaje, puesta en práctica de habilidades que creíamos que no teníamos pero que en realidad estaban ahí, esperando a que las sacásemos a relucir en el momento más oportuno. Las diferencias culturales que al inicio nos separaban ya dejaron de importar y el roce y la convivencia diarios facilitaron el inicio de amistades que solo saben así de bien cuando se tienen dieciséis o diecisiete años.

Y sin apenas darnos cuenta, nos olvidamos de que esta experiencia tenía un final.

Disfrutamos de cada día con la alegría y el fantástico humor de un grupo extraordinario, fantástico en todas sus facetas, capaz de sacar siempre lo bueno de cada vivencia.

Es un orgullo haber sido parte de esta preciosa experiencia y haber contado con vosotros, sin los cuales nada habría sido posible.

Gracias.

Las profesoras responsables del intercambio: Carmen Puertas y Mónica de la Osa.